El candidato opositor Carlos Ocariz, alcalde de Sucre, es una de las principales figuras que el chavismo debe derrotar para recuperar el poder de los barrios empobrecidos del este de Caracas, encabezó ayer las caravanas de votantes. / AFP


Los venezolanos esperaban anoche los primeros resultados de las elecciones regionales, en las que se anticipa hubo una alta participación y a las que tanto el gobierno como la oposición calificaron de victoria.

Más de 18 millones de venezolanos estaban llamados a sufragar para designar por cuatro años a los gobernadores de los 23 estados del país petrolero, después de cuatro meses de protestas que dejaron 125 muertos entre abril y junio.

Una fuente del poder electoral afirmó a la AFP que la participación de la votaciones de ayer rondó el 60 %.

“Lo que ha ocurrido hoy en Venezuela, el evento del que ha sido protagonista el pueblo, es una gigantesca victoria popular de dimensiones históricas”, manifestó Ramón Guillermo Aveledo, dirigente de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

Poco después, el jefe de campaña del oficialismo, Jorge Rodríguez, pidió a la oposición “que asuma el resultado con nobleza y que reconozca para evitar angustias al pueblo”.

Según Rodríguez, estas fueron “una de las elecciones regionales con mayor participación en la historia de Venezuela, mucho mayor” a la de 2012, cuando fue del 52 %.

Tres horas después del cierre previsto de la votación, ninguna autoridad electoral había hecho declaraciones.

Los analistas habían previsto que una alta participación favorecería a la oposición. El oficialismo defiende 20 gobernaciones en su poder, pero las encuestas han dado a la MUD con posibilidad de ganar de 11 a 18 estados, según fuera la abstención.

La oposición pidió a sus seguidores votar, más que por gobernadores, para castigar la gestión del presidente Nicolás Maduro; en tanto que el mandatario reivindicó la elección como un “triunfo de la democracia revolucionaria”.

La jornada de doce horas de votación transcurrió en calma. Algunos centros electorales cerraron después de lo previsto para recibir a electores aún en fila, como dispuso el Consejo Nacional Electoral (CNE).

Los comicios se celebraron con un año de retraso y luego de dos meses de tregua tras las marchas convocadas entre abril y julio por la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) para exigir la salida de Maduro.

Este fue el primer duelo electoral desde su aplastante victoria en las parlamentarias de 2015, cuando rompió una hegemonía chavista de 18 años.